Escrito por:
Dr. Jorge Medrano
Pediatra Neonatólogo
¿Cuántos no tenemos fotos de nuestros hijos o de nosotros mismos en andaderas?
Este instrumento tan característico de la niñez, se cree fue inventado hace más de 1000 años y ha sido utilizado durante generaciones por casi todas las familias como un ayudante, para el cuidado y desarrollo de los/las bebés; teniendo en muchos casos un papel de niñera y compañera inseparable de los niños/niñas.
La andera es utilizada en algunos países por hasta un 90% de los padres, vendiéndose solo en Estados Unidos unas 3,000,000 por año principalmente para ayudar a los niños a caminar, mantenerlos entretenidos y tranquilos, alimentarlos y hasta para hacer ejercicio.
Al ir descubriendo los complejos mecanismos necesarios para el desarrollo de los movimientos del gateo y la marcha de los niños/niñas resulta claro que este aparto tan utilizado, es un obstáculo más que un aliado en el crecimiento.
Los niños/niñas tienen una gran cantidad de diferentes estrategias para gatear y caminar, aprenden, a balancearse, a evitar las caídas, y a coordinar y controlar su centro de gravedad. Un estudio realizado en niños entre los 6 a 15 meses demostró que los que usaban andaderas presentaban retrasos en su capacidad para sentarse, gatear y caminar, obteniendo también puntajes más bajos al evaluar el desarrollo motor y mental.
Además de los problemas que causan en el desarrollo, han sido responsables de muchos accidentes que gracias a diferentes estrategias de prevención han disminuido en la última década, de 200,000 en 1995 a 80,000 para el 2001.
Las lesiones causadas por estos accidentes que se asocian principalmente a caídas desde escaleras o de niveles van desde golpes leves en los dedos de los pies y manos hasta la muerte; pasando por quemaduras, envenenamientos al alcanzar sustancias peligrosas, ahogamientos al caer en piscinas y en el baño, y fracturas principalmente de la cabeza.
En el 78% de los accidentes reportados los niños eran supervisados por sus padres, sin poder tener tiempo de auxiliarlos.
¿Quién puede alcanzar una andadera que se mueve a un metro por segundo?
Para prevenir accidentes se han hecho desde 1996 cambios en las andaderas para hacerlas más seguras, tales como tener un ancho de 36 pulgadas lo cual es mayor al del marco de una puerta, sistemas de frenos. También hay diseñadas para no voltearse, otras sin ruedas pero aunque son más seguras aún dificultan el desarrollo adecuado del niño. En países como Canadá están prohibidas existiendo multas de 100,000 dólares canadienses o seis meses de cárcel al que las posea.
Al saber todo esto debemos declararle la guerra a las andaderas por el bien de nuestros hijos. Esta lucha será contra nuestras costumbres, contra lo que creímos correcto y no lo es. Dejemos al niño libre en un lugar seguro de nuestro hogar para que aprenda equivocándose y descubriendo su capacidad y habilidades.