Escrito por:
Lic. Ivett del R. Martinez V.
Especialista en Estimulación Temprana y Orientación Familiar
Cuando un bebé logra realizar una nueva “tarea”, como voltearse, agarrar una maraca, llevarse su pie a la boca, hacer una pequeña torre de cubos, cuando comienza a batallar y al fin lo logra, la emoción de haberlo hecho, se puede observar en sus ojos brillantes y en la espera de un “aplauso”. Cuando los padres estimulan al bebé que acaba de aprender a hacer algo por sí solos, promueven una futura sana imagen de sí mismos.
Las expectativas y experiencias que los padres pasan al bebé, tendrán una influencia en su capacidad de dejar que el niño/a experimente, se frustre y luego logre por sí mismo lo que se proponía. Sin esta mezcla de libertad y estimulo, el niño puede caer en la pasiva aceptación o en el fracaso.
¿Cómo pueden los padres comunicarle al bebé la sensación de libertad y apoyo y promover una imagen positiva de sí mismos?
- Ser calidos y cariñosos
- Transmitir maneras de pensar y de resolver problemas
- Establecer límites y reglas claras y precisas (desde que nacen, incluso desde el vientre)
- Ayudarlos a desarrollar la imagen de sí mismos.
Ejemplo:
“Suponga que su bebé está armando un rompecabezas. En sus intentos por insertar la pieza en el lugar correcto, dándole vuelta a un lado y no encuentra encajarlas, las deja caer en medio de su frustración. Cuando intenta nuevamente se las lleva a la boca, las mira y mira el rompecabezas como si fuera su contrincante. Finalmente se arriesga de nuevo, coloca la pieza en el lugar correcto y mira a su alrededor TRIUNFANTE”.
Es en este instante que los padres deben decirle: “lo lograste, tú solo”, le estarán dando un refuerzo positivo por su propio logro. Si hubieran intervenido antes, (para mostrarle cómo se hacía o para “estimularlo” a que perseverara), le habrían recortado la mitad del triunfo. A los padres les resulta muy DIFICIL adoptar una actitud pasiva y permitirle al niño la frustración y su tiempo para fracasar antes de lograrlo, pero esto forma parte importante del éxito. La frustración puede ser una fuerza positiva en el aprendizaje del niño/a acerca de si mismo/a, siempre y cuando no abrume al niño/a en el proceso.
Cuando un niño no cumple los objetivos y expectativas del padre o de la madre, por lo general, escuchamos palabras como “idiota, tarado, incapaz, tonto”, y toda clase de SOBRENOMBRES que afectan las emociones y hieren los sentimientos internalizándose en el subconsciente hasta llegar al punto que el niño cree que él es así en realidad y actúa como tal y a diario, al desempeñar una función o tarea determinada, lo que viene a la mente del niño (y en su caso de adulto) es esa película del padre gritándole improperios y palabras soeces. Nuestra mente es como un rio de pensamientos, los recuerdos subconscientes son ríos subterráneos de sentimientos que alimentan el caudal de pensamientos y emociones de nuestra mente. El problema es que estos ríos subterráneos están frecuentemente contaminados y envenenan nuestra mente con emociones destructivas.
La responsabilidad como padre es ENORME. La interrelación con sus hijos puede determinar la diferencia entre el fracaso y el éxito en sus vidas. Los padres los moldean con sus actitudes y acciones. Al crecer, los hijos son como la arcilla que se quema en el horno y produce cerámica. La cerámica es rígida y no es fácil de cambiar. La cerámica tiene que vivir con la forma que le dio su creador.
Una pareja vino a mi consulta, como orientadora familiar, para pedir consejo sobre cómo manejar una situación de comportamiento con su hija de 11 años. Además de las orientaciones que se les dieron, recordé una frase que nos decía una de mis profesoras favoritas en la Universidad: “los niños son como árboles, si les haces un rasguño a la rama de un árbol creciendo, solo afectaras esa rama, en cambio, si le haces un rasguño a l semilla, afectaras todo el árbol”.
A los padres, les recomiendo, que cuiden las semillas de sus hijos. De ustedes depende que pasen su vida proyectando “una película” irreal o que vivan felices su verdadera realidad.